Amigos y
amigas Online, iniciamos el tiempo de Adviento, es un tiempo que vamos a
dedicar a la preparación humana y espiritual para ponernos en camino con la
vida, las personas y con Dios nuestro Padre. Durante este tiempo el adviento
nos colocaran frente a la esperanza que Jesús nos ofrece y que a su vez esta
esperanza se hace historia en la vida de los hombres y las mujeres de nuestro
tiempo.
Junto al
adviento se unirá el inicio del año de la MISERICORDIA, es providencial porque
el evangelista Lucas – el evangelio de la misericordia- nos acompañara parte de
este año que está a punto de concluir y durante todo el año 2016.
El texto que
se nos presenta para este inicio del Adviento es Lc. 21,25-25.34-36, en el
mismo se habla de los acontecimientos últimos y definitivos sobre la venida del
Señor. Para hablar de esos tiempos
especiales, el evangelista Luca utiliza
imágenes empleadas por los profetas Miqueas, Jeremías y Ezequiel que en
el fondo plantean tiempos de liberación que deben ser asumidos desde la
esperanza y no del temor, desde la vigilancia y no del embotamiento.
Las preguntas
de los discípulos ¿Cuándo va suceder
esto? ¿Cuál será la señal?, para hoy siguen siendo válidas estas preguntas;
la respuesta de Jesús es desde la señales cósmicas en sentido figurado. En la
tradición bíblica las catástrofes cósmicas eran el símbolo de la caída de un
orden social injusto (Cf. Is 13,10; 34,4; Ez 32,7-8) y al mismo tiempo el
nacimiento de un mundo nuevo, triunfo del Mesías y reinado de Dios.
Ante esta
nueva situación al discípulo y al creyente se les pide “ponerse en pie y alzar
la cabeza” porque se acerca la liberación. Los tiempos actuales son de dolor y
malas noticias que nos ofrecen los
medios de comunicación e incluso las redes sociales, pero la liberación que
Dios ha ofrecido a todos los hombres y que tendrá su fin en algún momento es
una realidad irreversible. Mientras tanto parte de ese reinado de Dios se va
haciendo realidad a través de aquellos hombres y mujeres que entregan su vida
por la paz, la justicia, la solidaridad… poniendo todo su ser al servicio de
los marginados, desamparados y sufridos de esta tierra.
Ponerse en pie
es signo de esperanza y de resurrección y una clara postura de que este mundo
no satisface. La esperanza no es una ilusión engañosa. La esperanza de transformación
de la vida en plenitud es cuando se descubren todas las posibilidades que en
ella se encierran para el futuro del ser humano. Quien sueña y vive de la
esperanza esta en camino de liberación, no se aferra a la realidad tal como
es hoy, ni se instala en esta vida como
algo definitivo sino más bien todo lo contrario.
La esperanza
que nos presenta el evangelista no es pasiva, no es la búsqueda de bienes
situado, ni es el aceptar una sociedad injusta, lo que nos ofrece el
evangelista es una esperanza que desinstala, pone en camino y se sueña más en
la topia de Dios aquí y ahora. Cuando se afianza la esperanzada en la
vida y en la historia, en el cuerpo las cadenas comienzan a doler y mayor fuerza
se tiene para quitarlas.
La primera
exigencia de este adviento según el evangelista Lucas serian en resumen: estar
atentos (ser consientes), levantar la cabeza (mirar al rostro del otro), estar
alerta y vigilantes (no permitir que las sombras arropen la vida) y hacer
oración (capacidad de diálogo con el Dios).
¡Hasta la próxima!
No hay comentarios:
Publicar un comentario