viernes, 30 de octubre de 2009

NO ESTAS LEJOS DEL REINO DE DIOS


TEXTO Mc 12,28-34.

28 Acercándose uno de los escribas que les había oído y, viendo que les había respondido muy bien, le preguntó: "¿Cuál es el primero de todos los mandamientos?"

29 Jesús le contestó: "El primero es: Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es el único Señor, 30 y amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. 31 El segundo es: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.No existe otro mandamiento mayor que éstos."

32 Le dijo el escriba: "Muy bien, Maestro; tienes razón al decir que El es único y que no hay otro fuera de El, 33 y amarle con todo el corazón, con toda la inteligencia y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a si mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios."

34 Y Jesús, viendo que le había contestado con sensatez, le dijo: "No estás lejos del Reino de Dios." Y nadie más se atrevía ya a hacerle preguntas.


REFLEXION

28 Acercándose uno de los escribas que les había oído y, viendo que les había respondido muy bien, le preguntó: "¿Cuál es el primero de todos los mandamientos?"

Hemos de tener presente que el contexto es polémico, veamos: los fariseos preguntaron si era válido el pago de los impuesto al Cesar; luego los saduceos con el tema de la resurrección de los muerto, estos son los motivos por los cuales el evangelista dice que el escriba vio que Jesús había respondido muy bien.

El escriba no busca enmarañar a Jesús en una discusión de rabinos, pero al ver la autoridad y habilidad del maestro en la discusión con los fariseos y saduceos, busca dar respuesta a una situación tan debatida como era determinar el mandamiento más importante.

Esta pregunta era muy común en las discusiones de los rabinos, ya que con tantas prescripciones se perdía la esencia de la alianza, por tanto la pregunta es un intento de volver a la fuente original de los mandamientos.

29 Jesús le contestó: "El primero es: Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es el único Señor, 30 y amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. 31 El segundo es: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No existe otro mandamiento mayor que éstos."

Jesús conecta Deut 6,5 y Lv 19,18 con la palabra “AMAR”
Es sorprendente que la respuesta de Jesús comienza con un llamado de atención para el oyente. Ese llamado esta en el verbo escuchar. Es verdad que Dios es amor, y como Padre y Señor de todo lo creador ha pronunciado una palabra. Con el verbo “escuchar” Jesús va indicando que el amor tiene voz propia, por tanto no es cuestión de saber cómo hay que amar a Dios, la cuestión es cómo hemos de escuchar a Dios para amarle.

El “shema” (escucha) es un llamado a la conversión que va en la línea de la justicia y el amor.

Jesús invita hacer memoria de que el único Señor es Dios, no lo son los dirigentes, ni el Cesar ni muchos menos los dioses circundante del momento. En los mandamientos no reposa un solo mandamiento sino dos en uno: Amar a Dios y Amar al prójimo.
Cuando Jesús a llega al final de su aclaratoria (…No existe otro mandamiento mayor que éstos), relativiza todos los demás mandatos de interpretación de la ley, incluso los litúrgicos. La vida será regulada por el amor a Dios y al prójimo.

32 Le dijo el escriba: "Muy bien, Maestro; tienes razón al decir que El es único y que no hay otro fuera de El, 33 y amarle con todo el corazón, con toda la inteligencia y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a si mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios."

El escriba manifiesta su pleno acuerdo con Jesús, y por la respuesta dada lo llama maestro. El escriba llega a explicar la relativización hecha por Jesús, y él agrega la relativización al culto religioso. Con su reafirmación a la respuesta de Jesús, el escriba invierte la escala de los valores religiosos de los israelitas que estaba basado en que la vida del hombre era dar culto a Dios.

34 Y Jesús, viendo que le había contestado con sensatez, le dijo: "No estás lejos del Reino de Dios." Y nadie más se atrevía ya a hacerle preguntas.

Jesús ve que al escriba le interesa el encuentro con la verdad que sería el bien del hombre (el prójimo). A pesar que Jesús aprecia la respuesta del escriba, pero aun debe buscar con mayor cercanía al prójimo, lo que ha dicho sigue siendo una palabra que debe ser llenada con la vida, de ahí que Jesús reconoce “que no está lejos del Reino de Dios”. En rigor el escriba debe dejar de ser un teórico y pasar a ser un practicante.

En rigor afirmar que por encima de todos los preceptos, el amor a Dios y al prójimo, se supera todo legalismo, solo el amor pone cara a cara ante Dios y al prójimo. Lo único que de verdad cuenta es el amor por tanto la gloria de Dios no está en el cumplimiento de leyes o rubricas litúrgicas. La gloria de Dios es que el hombre (pobre), viva y tenga vida en abundancia.

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EL RUIDO DE LA PALABRA

Toda reflexión es producto de la sonoridad de la palabra