jueves, 21 de mayo de 2009

ELLA FUE A COMUNICAR LA NOTICIA

Texto de Mc 16,9-20.

9 Jesús resucitó en la madrugada, el primer día de la semana, y se apareció primero a María Magdalena, de la que había echado siete demonios. 10 Ella fue a comunicar la noticia a los que habían vivido con él, que estaban tristes y llorosos. 11 Ellos, al oír que vivía y que había sido visto por ella, no creyeron.

12 Después de esto, se apareció, bajo otra figura, a dos de ellos cuando iban de camino a una aldea. 13 Ellos volvieron a comunicárselo a los demás; pero tampoco creyeron a éstos. 14 Por último, estando a la mesa los once discípulos, se les apareció y les echó en cara su incredulidad y su dureza de corazón, por no haber creído a quienes le habían visto resucitado.

15 Y les dijo: "Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación. 16 El que crea y sea bautizado, se salvará; el que no crea, se condenará.
17 Estas son las señales que acompañarán a los que crean: en mi nombre expulsarán demonios, hablarán en lenguas nuevas, 18 agarrarán serpientes en sus manos y aunque beban veneno no les hará daño; impondrán las manos sobre los enfermos y se pondrán bien."

19 Con esto, el Señor Jesús, después de hablarles, fue elevado al cielo y se sentó a la diestra de Dios. 20 Ellos salieron a predicar por todas partes, colaborando el Señor con ellos y confirmando la Palabra con las señales que la acompañaban.


REFLEXION

9 Jesús resucitó en la madrugada, el primer día de la semana, y se apareció primero a María Magdalena, de la que había echado siete demonios. 10 Ella fue a comunicar la noticia a los que habían vivido con él, que estaban tristes y llorosos. 11 Ellos, al oír que vivía y que había sido visto por ella, no creyeron.

La madrugada es la puerta de entrada hacia un nuevo día, y es aquí que el evangelista recuerda que la resurrección de Jesús es el comienzo de una nueva creación, esa es una de las claves en la está escrito el evangelio de Marco. En Jesús se inicia la nueva creación. Ese primer día de la semana está muy vinculado con el día primero de la creación, es decir cuando la luz vence la oscuridad. Si en Génesis fue el hombre que disfruto de las primicias de la creación, ahora en este primer día de la resurrección, es la mujer que participa de las primicia de la misma, y dicho sea de paso no es una mujer cualquiera, no es la Eva del génesis, es una mujer liberada en su totalidad, ya el que el número 7 es plenitud y perfección; entonces es buena la acotación que hace el evangelista, al recordarnos que es una mujer liberada, pero así no lo verán los discípulos.

Esta mujer (La Magdalena), se convierte en una cristofara de la alegría (portadora del Cristo de la alegría), será ella la que llevara la noticia para aquellos que están tristes y llorosos. Su noticia no será fácil de creer, porque tendrá como muro los prejuicios y costumbre de su pueblo donde el testimonio de una mujer se consideraba poco digno de confianza, así lo dan entender los manuscritos rabínicos, por eso no sorprende que los discípulos no crean a las mujeres

12 Después de esto, se apareció, bajo otra figura, a dos de ellos cuando iban de camino a una aldea. 13 Ellos volvieron a comunicárselo a los demás; pero tampoco creyeron a éstos. 14 Por último, estando a la mesa los once discípulos, se les apareció y les echó en cara su incredulidad y su dureza de corazón, por no haber creído a quienes le habían visto resucitado.

La resurrección es cambio, me fascina que el evangelista diga y afirma que Jesús “se apareció bajo otra figura”, porque bajo otra figura sigue estado presente hoy en aquellos (as) que fueron y son los destinatarios del Reino de Dios. Otra figura, es que Jesús nos desafía seguir encontrándolo y que se requiere un profundo acto de fe por el Dios de la vida y el Dios que hace justicia a los pobres. Ahora bien fijemos que el grupo de los once recibe dos noticias, primera en boca de una mujer y la segunda en través de los caminantes de Emaús, que bien podría ser una pareja tan parecida a la del Génesis en el capítulo 2, recordemos que este texto está escrito en clave de nueva creación.

Es entorno a la mesa que el grupo de los once tienen que salir de incredulidad y dureza de corazón, es en la mesa que tienen que comenzar a superar la incredulidad de los testimonios que han recibido. Cabe hacer una pregunta al texto ¿Qué significa la mesa? Es el lugar de encuentro entre los amigos que creen en la vida, se comparten proyectos, se discute de todo un poco, se escuchan con atención y se aclaran dudas y malos entendidos, se superan las tristezas y se ablanda el corazón. Visto así, la mesa es fraternidad, pero en la mesa que nos describe el texto hay dureza de corazón e incredulidad, entonces se opaca la función real del encuentro. La autoridad fraterna y cariñosa de Jesús se hace sentir, y corrige aquella mala situación que había nacido de la tristeza y el llanto, y es verdad porque quien ha vivido en llanto y tristeza termina por perder la fe y endurecer el corazón.

15 Y les dijo: "Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación. 16 El que crea y sea bautizado, se salvará; el que no crea, se condenará.17Estas son las señales que acompañarán a los que crean: en mi nombre expulsarán demonios, hablarán en lenguas nuevas, 18 agarrarán serpientes en sus manos y aunque beban veneno no les hará daño; impondrán las manos sobre los enfermos y se pondrán bien."

El reino de Dios comenzara en toda la creación que es el hombre, pero también en el lugar donde vive el ser humano. Creer y ser bautizado es nacer de nuevo, es permitirle al Dios de la vida que pueda recrear en donde hemos descreado, creer no es un simple acto de fe, es un salto definitivo hacia una nueva creación.
Entre las señales mesiánicas, Isaías predijo los signos atribuidos a los discípulos (as). Estos signos son liberadores, no son para que admiren a los discípulos o los hagan dioses, son signos que tienen la finalidad de devolver la vida a una nueva creación que este liberada del mal, una creación que hable una nueva lengua, una creación que no vuelva ser engañada por la serpiente sino que sea dominada por la mano del hombre y la mujer, una creación que tienda la mano y cure la soledad y el dolor del que sufre, en rigor, una creación como la soño el Abba de Jesús nuestro Abba.

19 Con esto, el Señor Jesús, después de hablarles, fue elevado al cielo y se sentó a la diestra de Dios. 20 Ellos salieron a predicar por todas partes, colaborando el Señor con ellos y confirmando la Palabra con las señales que la acompañaban.

La idea de la ascensión era aceptada en el mundo griego y judíos, por ejemplo para los griegos el héroe Heracles y para los Judíos Moisés. Pero aquí la ascensión no es alejamiento, ni mucho menos desentendimiento, es una nueva presencia de Jesús junto aquellos y aquellas que crean y nazcan de nuevo.

En la ascensión es toma de conciencia que un nuevo tiempo ha comenzado para la comunidad y los discípulos, es el tiempo del testimonio y la valentía, es el tiempo de la esperanza, es el tiempo de la fe, es el tiempo de las decisiones, es el tiempo de ver y oír las cosas nueva del Padre.

Este texto que reflexionamos hoy nos pone en una grave alerta, y es que no podemos vivir nuestra vida cristiana de “fenómenos mágicos o milagreros o como religión basarnos en creencias extraordinarias” Este siglo XXI, que nos lanza seguir el camino de la evangelización, hemos de estar muy claros que la proclamación de la fe no es pedir, ni buscar signos extraordinarios, es vivir y testimoniar.

Otra advertencia, es que muchos aun siguen mirando hacia el cielo, y no se están fijando en el camino que tienen que hacer; está bien aceptemos que hemos de mirar las estrellas pero con los pies puestos en la tierra, vivir en este mundo no es flotar, es hacer huellas de vida y esperanza, porque también ser enviados para anunciar buena noticias, no es para crear dudas, y seguir presagiando castigos. Es gritar a los cuatro puntos cardinales que Dios está con nosotros. ¡Hasta pronto!


HIMNO.
A contraluz subías.

A contraluz subías, lentamente
Ibas subiendo a contraluz, subías
milímetro a milímetro, como una
mazorca de maíz, doradamente;
y tu corporeidad, al remontarse,
resbalaba su sombra por los astros
de los que habían ido a despedirte

Eran las ocho en punto de la tarde
justo empezando a anochecer.
Subías despacio,
retrasando los adioses últimos;
ascendías gota a gota,
lo mismo que la savia por las vides

Tú hacia lo alto, colgado por los hombros
de la barquilla de tu globo de oro,
y ellos, allí, en el suelo,
los que habían compartido
contigo alegrías y penas

Eran los mismos, los de siempre, y tristes:
jornaleros, mineros, pescadores, peones,
emigrantes, obreros, refugiados, desempleados
- los de siempre-
viendo tu remontar irremediable.
Los de siempre, los tuyos, contemplando
tus sandalias gastadas por los caminos
y tus heridas; que te ibas
Ellos se quedaban allí sin comprenderlo,
con miedo, como niños, de la vida
(Alonso Manuel)

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EL RUIDO DE LA PALABRA

Toda reflexión es producto de la sonoridad de la palabra