domingo, 28 de febrero de 2016

Tiempo de Callar y tiempo de Hablar

El silencio es muy difícil de definir, constituye el culmen de la experiencia religiosa y de las relaciones humanas. Del silencio brota la palabra autentica  y coherente, al mismo tiempo representa la palabra autentica de la escucha y del dialogo.
El silencio puede llegar a constituirse en expresión de rechazo, indiferencia o de miedo.
El Dios vivo se revela como misterio inabarcable, a través de la palabra que lo manifiesta y del silencio que lo oculta. El silencio de Dios puede ser desconcertante ya que se percibe como lejano, ausente de la historia, y esto ha atormentado la conciencia de creyentes y no creyentes.

Principales lugares del silencio humano
AMBITO
SUJETOS


El silencio como ruptura de relaciones
No hablar a alguien
1.     Se le desprecia
2.     No se le aprecia
·       Gn 37,4
·    2Sm 13,22
 Hacer callar al otro
1.     Violencia
2.     Victima de opresión
·   Num 13,30
·Jue 3,19; 18,19
Silencio consciente y deseado


Incapacidad de hablar
1.     Miedo
2.     Para guardar un secreto
Expresión de sabiduría e inteligencia
·       Gen 45,3
·       2Sm 3,11
·       Gn 12,18
·       Jos 2,14
Silencio Jurídico
1.     Testigo de un delito
2.     Litigio bilateral (el acusado calla)
Ser testigo
·       Job 11,2; 32,1
·       Lv 5,1
·       Pr 29,24
Silencio sapiencial y religioso
1. Expresión de sabiduría
2.     Escucha atenta al otro
3.     Lamento fúnebre (confianza interior del creyenye)



Raíces hebreas de la palabra silencio.
Damah – Dmn – Dwm.  Parece que el significado fundamental es la idea de movilidad y de quietud, y de ahí el silencio puede ser significar: permanecer tranquilo, dejar de hacer algo, ser destruido, perecer.
En el mundo hebreo estar tranquilo o quieto es el equivalente de estar en silencio. En español seria algo así como esta frase: después de gritar y de hablar tanto, por fin se calló. Esta frase puede significar, se desahogo, dijo lo que tenía que decir, y se calló.

La inmovilidad expresión del silencio.
El sal 30,13 “para que te cante y te glorifique, y no me quede callado. ¡SEÑOR mi Dios, siempre te daré gracias!” Un orante que ha experimentado la acción de Dios, eleva un canto de acción de gracias. El salmista desea, desde las profundidades de su ser “no callar” sino cantar eternamente a Dios, a quien debe su vida, convirtiendo así su existencia en una permanente alabanza.
En Ex 15,16: “pues caerá sobre ellos pavor y espanto. Por tu gran poder, SEÑOR, quedarán mudos como piedras hasta que haya pasado tu pueblo, el pueblo que adquiriste para ti.”… La imagen de la piedra, incapaz de decir y hacer algo, sirve para expresar el efecto de la acción poderosa de Dios.

Estar tranquilo y sereno palabra del silencio.
Sal 37,7 ”Guarda silencio ante el SEÑOR, y espera en él con paciencia; no te irrites ante el éxito de otros, de los que maquinan planes malvados.” Se invita al creyente a tener calma y confiar  en el Señor  pesar del triunfo de los malvados. Mientras el malvado prepara intrigas, y se irrita el justo se le invita  a esperar calladamente con gran confianza sin desesperar. En rigor el silencio es una manifestación externa del estado interior de alguien que tiene una confianza inquebrantable en la fidelidad de Dios.

Ausencia del sonido no discursivo.

Una primera manifestación del silencio en la escritura es la ausencia de ruidos producido por el tumulto de la gente. La ausencia de la sonoridad en positivo significa calmarse, apaciguar. En negativo seria apagarse o extinguirse 

Silencios teológicamente significativos.

1.- El silencio del estrepito del mar (Salm 65,7  Tú calmaste el rugido de los mares, el estruendo de sus olas, y el tumulto de los pueblos.). El ruido del mar es altivo y amenazante, la acción de Dios sobre el mar es una manifestación de dominio universal, como vencedor de fuerzas caóticas y Señor del cosmos que él ha creado.  El acto de calmar (silenciar) es un acto creador.
2.- El silencio del molino. El moler era el oficio más conocido entre los esclavos y las amas de casa


Ex 11,5
y todo primogénito egipcio morirá: desde el primogénito del faraón que ahora ocupa el trono hasta el primogénito de la esclava que trabaja en el molino, lo mismo que todo primogénito del ganado.
Dt 24,6
Si alguien se endeuda contigo, no tomes como prenda su molino de mano ni su piedra de moler, porque sería lo mismo que arrebatarle su propia subsistencia.
Is 47,2
Toma piedras de molino, y muele la harina; quítate el velo. Levántate las faldas, desnúdate las piernas, y cruza los ríos.

El molino formaba parte de la vida domestica, el ruido que producía sus piedras al rozarse mientras trituraba el grano, era señal de una casa habitada igual que lo era la luz de la lámpara.
Jer 25,10 “Haré que desaparezcan entre ellos los gritos de gozo y alegría, los cantos de bodas, el ruido del molino y la luz de la lámpara.” La no iluminación de la lámpara y el silencio del molino describen una situación de desolación y muerte, es el ocaso de la vida y de las fuerzas. El silencio del molino prefigura otro silencio, el de la muerte.

3.- El silencio de la música. La ausencia de los instrumentos musicales evoca una situación de tristeza, desolación, inseguridad  y de muerte. El Sal 137, 1-5. La ausencia de música indica desastre y aflicción enviado como castigo de Dios

Ausencia del sonido  discursivo
La ausencia del sonido discursivo, indica que no puede producirse el sonido de la voz, es total ausencia de signos vitales, estos serán llamados como:
A.     Falsa divinidad (1Re 18,26.29: Los profetas de Baal tomaron el buey que les dieron y lo prepararon, e invocaron el nombre de su dios desde la mañana hasta el mediodía. —¡Baal, respóndenos! —gritaban, mientras daban brincos alrededor del altar que habían hecho. Pero no se escuchó nada, pues nadie respondió… Pasó el mediodía, y siguieron con su espantosa algarabía hasta la hora del sacrificio vespertino. Pero no se escuchó nada, pues nadie respondió ni prestó atención). Al carecer del acto de la palabra, Baal es descrito como una realidad inexistente, sin vida.

B.     Un cadáver (2Re 4,31: Guiezi, que se había adelantado, llegó y colocó el bastón sobre la cara del niño, pero éste no respondió ni dio ninguna señal de vida. Por tanto, Guiezi volvió para encontrarse con Eliseo y le dijo: —El niño no despierta.). Al no despertar carece del signo vital del habla y de la escucha. Ser cadáver para las escritura es aquel que no habla ni escucha.

La ausencia del sonido como palabra. Es la divulgación de un asunto que una persona conoce, pero considera que lo debe ocultar por alguna razón.

Silencios de la palabra teológicamente significativos.
1.      Sal 19,4-(Un día comparte al otro la noticia, una noche a la otra se lo hace saber. Sin palabras, sin lenguaje, sin una voz perceptible, por toda la tierra resuena su eco, ¡sus palabras llegan hasta los confines del mundo! Dios ha plantado en los cielos un pabellón para el sol.) Describe el comunicado permanente de mensaje, silencioso pero perceptible sobre el esplendor de la gloria del creador. El cosmos es un lenguaje no articulado  como el hablar humano, no se capta con el oído, ya que su estructura no es el sonido ni el discurso.
2.      Sal 77,9 (¿Rechazará el Señor para siempre, y no mostrará más su favor? ¿Se habrá agotado su gran amor eterno, y sus promesas por todas las generaciones?) El silencio se experimenta como un acto de rechazo por parte de Dios, que parece poner en crisis la misma alianza.

 Expresiones con órganos de fonación.

1.      No abrir la boca. (Is 53,7; Salm 38,14; 39 10; Prov 24,7) Renunciar a la defensa verbal  es una dimensión sabiduría. Cerrar la boca (Is 52,15) indica un estado de estupor ante una acción sorprendente e inesperada que será a favor del más débil. Silenciar la mentira y la calumnia son acciones que solo le competen a Dios, ya que solo él puede purificar la palabra.
2.  Cerrar los labios (Prov 10,19; 17,28), puede ser una expresión de sabiduría, que indica capacidad que tiene el hombre prudente para controlar sus palabras y saber callar cuando es preciso.
3.   Ponerse las manos en la boca.  (Miq 7,16: Verán las naciones y se avergonzarán de todo su poderío; se pondrán la mano sobre la boca, sus oídos se ensordecerán.). Denota temor, ausencia de palabra. Taparse la boca es sordera de oídos.
4.    Vigilar la boca – Los labios y la lengua. Sal 141,3; Prov 1,3; 21,23. Denota prudencia en el hablar, porque hay palabras que no pueden atravesar la frontera de la razón, porque aun no es tiempo de hablar.
5.      Pegarse la lengua al paladar, evoca la idea de un silencio absoluto (Ex 3,23; Job 29,10).
6.      Ningún canto (Am 5,23: Aparta de mí el ruido de tus cánticos, pues no escucharé siquiera la música de tus arpas). Los canticos son condenados al silencio cuando Dios los rechaza porque no van acompañados de la práctica de la justicia.

El silencio del hombre.

Cuando el hombre se abstiene de hablar, tiene dos caminos abrirse a la escucha o cerrándose en sí mismo. La escucha le brida la sabiduría  y el cerrarse a ocultar algo.
El acto de escucha representa la realización de la palabra. Escuchar es el sacrificio de la propia palabra  para permitir que la palabra del otro sea dicha y acogida, por el eso la primera condición del acto de escuchar es el silencio, permitiendo que germine la palabra y se produzca el dialogo y la comunión como fruto del sacrificio de la propia palabra.

Job 29, 7-10.21-25
Texto.
1 Job continuó pronunciando su discurso y dijo:
2 ¡Quién me hiciera volver a los meses de antaño, aquellos días en que Dios me guardaba,
3 cuando su lámpara brillaba sobre mi cabeza, y yo a su luz por las tinieblas caminaba;
4 como era yo en los días de mi otoño, cuando vallaba Dios mi tienda,
5 cuando Sadday estaba aún conmigo, y en torno mío mis muchachos,
6 cuando mis pies se bañaban en manteca, y regatos de aceite destilaba la roca!
7 Si yo salía a la puerta que domina la ciudad y mi asiento en la plaza colocaba,
8 se retiraban los jóvenes al verme, y los viejos se levantaban y quedaban en pie.
9 Los notables cortaban sus palabras y ponían la mano en su boca.
10 La voz de los jefes se ahogaba, su lengua se pegaba al paladar.
11 Oído que lo oía me llamaba feliz, ojo que lo veía se hacía mi testigo.
12 Pues yo libraba al pobre que clamaba, y al huérfano que no tenía valedor.
13 La bendición del moribundo subía hacia mí, el corazón de la viuda yo alegraba.
14 Me había puesto la justicia, y ella me revestía, como manto y turbante, mi derecho.
15 Era yo los ojos del ciego y del cojo los pies.
16 Era el padre de los pobres, la causa del desconocido examinaba.
17 Quebraba los colmillos del inicuo, de entre sus dientes arrancaba su presa.
18 Y me decía: "Anciano moriré, como la arena aumentaré mis días.
19 Mi raíz está franca a las aguas, el rocío se posa de noche en mi ramaje.
20 Mi gloria será siempre nueva en mí, y en mi mano mi arco renovará su fuerza.
21 Me escuchaban ellos con expectación, callaban para oír mi consejo.
22 Después de hablar yo, no replicaban, y sobre ellos mi palabra caía gota a gota.
23 Me esperaban lo mismo que a la lluvia, abrían su boca como a lluvia tardía.
24 Si yo les sonreía, no querían creerlo, y la luz de mi rostro no dejaban perderse.
25 Les indicaba el camino y me ponía al frente, me asentaba como un rey en medio de su tropa, y por doquier les guiaba a mi gusto.

Job 29 sirve de conclusión a los diálogos con los amigos y prepara su futura confrontación con Dios. En capitulo 30 acusa a Dios de no hacer justicia y capitulo 31 se proclama inocente de toda culpa, esperando que Dios aparezca para responder a su demanda de justicia.
Otros aspectos del texto son los amigos de Job (Elifaz de Temán, Bildad de Súaj, Sofar de Naamat,). Los amigos de Job están convencidos que ellos hablan a favor de Dios. Intentan ocultar la verdad del problema con razonamientos y conclusiones falsas son tal de salvar la integridad de la tradición. Para los amigos de Job, sus discursos son la solución  al pensamiento equivocado de Job; para él lo mejor que podrán hacer es callarse, la verdadera sabiduría esta en quedarse en silencio.

El hablar de los amigos de Job no logra dar  una explicación satisfactoria a la situación que sufre Job.
Job13, 13 (¡Dejad de hablarme, porque voy a hablar yo, venga lo que viniere!), pide callar a sus amigos  para que le escuchen y así puedan enterarse  realmente de lo que esta ha querido decirles. Job esta dispuesto hablar con Dios pase lo que pase, está dispuesto a presentar ante Dios su inocencia aunque corra un riesgo mortal, pero aun que su vida corre peligro no esta dispuesto a callarse, porque se resiste aceptar soluciones fáciles de sus amigos. Job reclama y acusa a Dios pero no lo condena. La verdadera sabiduría frente a Dios es aceptar el misterio.

En el capítulo 29 (del que nos ocuparemos algunos versículos) se destaca la siguiente temática:
1.      El capítulo 29 de Job describe los recuerdos felices de un individuo.
2.      Comienza evocado el periodo feliz de amistad con Dios (vv 1-6),
3.      Describe el prestigio del que gozaba en la puerta de la ciudad (Vv 7-10),
4.      Hace memoria de su conducta a favor de la justicia (vv 11-17),
5.      Confiesa su esperanza de una vida larga y dichosa con la que vivía en el pasado (vv 18-20),
6.      Termina recordando la influencia y autoridad que poseía su palabra (vv 21-25)

Nos ocuparemos de los Vv 7-10 y 21-25.
A.- Silencio ante la llegada de Job 7-10.
7 Si yo salía a la puerta que domina la ciudad y mi asiento en la plaza colocaba,
8 se retiraban los jóvenes al verme, y los viejos se levantaban y quedaban en pie.
9 Los notables cortaban sus palabras y ponían la mano en su boca.
10 La voz de los jefes se ahogaba, su lengua se pegaba al paladar.

La puerta de la ciudad era lugar más importante de la vida comercial y administrativa del antiguo Israel (2Re 7,1.18; Rut 4.1.11). En la puerta de la ciudad se realizaban las sesiones judiciales  (Dt 16,18; 21,19; 22,15; 25,7; Is 29.21; Am 5,10) y se ejecutaban las sentencias (Dt 17,15; 22,24; Jos 8.29; 2Re 10,8). Cuando Job s dirigía a las puerta de la ciudad su llegada no pasaba desapercibida.
Se menciona primero la reacción de los jóvenes y los viejos (V 8: se retiraban los jóvenes al verme, y los viejos se levantaban y quedaban en pie.). Seguidamente se habla de dos categorías de dirigentes: lo príncipes o notables y los jefes (Vv 9-10 Los notables cortaban sus palabras y ponían la mano en su boca. La voz de los jefes se ahogaba, su lengua se pegaba al paladar.) Estas personas que son importantes se abstienen de hablar o interrumpen su discurso a la llegada de Job. Es una forma de reconocer la presencia del otro, admitiendo que su palabra es cualificada y que debe ser escuchada en la asamblea. El silencio de los notables y jefes expresa acogida y apertura y pone en evidencia la autoridad de Job.
El V 11 (11 Oído que lo oía me llamaba feliz, ojo que lo veía se hacía mi testigo). Sus palabras son las de alguien comprometido con la justicia, su autoridad moral se impone.

B.- Silencio antes las palabras de Job. (vv 21-25)
21 Me escuchaban ellos con expectación, callaban para oír mi consejo.
22 Después de hablar yo, no replicaban, y sobre ellos mi palabra caía gota a gota.
23 Me esperaban lo mismo que a la lluvia, abrían su boca como a lluvia tardía.
24 Si yo les sonreía, no querían creerlo, y la luz de mi rostro no dejaban perderse.
25 Les indicaba el camino y me ponía al frente, me asentaba como un rey en medio de su tropa, y por doquier les guiaba a mi gusto.
V21 (21 Me escuchaban ellos con expectación, callaban para oír mi consejo.). Se les escucha con expectación y silencio. Callar y esperar es el carácter prolongado del silencio, el autentico silencio exige y consume tiempo; quien escucha debe superar la prisa que empuja muchas veces el desinterés por la palabra del otro. Para escuchar no solo cuestión de tiempo sino de disposición interior. El silencio crea el espacio interior necesario para acoger y adoptar la actitud indispensable para escuchar.

Al silencio de la escucha sigue el de la aceptación de la palabra oída y del consejo recibido:
1.      V22 Después de hablar yo, no replicaban, y sobre ellos mi palabra caía gota a gota. Con esto frase indica Job que su punto de vista y sus recomendaciones eran decisivas y sus palabras eran como gotas de agua que poco a poco iban empapando.
2.      V23: Me esperaban lo mismo que a la lluvia, abrían su boca como a lluvia tardía. Así como la lluvia fecunda la tierra, así la comunidad esperaba sedienta las palabras de sabiduría de Job. La fecundidad de la palabra se produce cuando se dan: 1) una escucha atenta 2) una palabra valiosa.
3.      V24: Si yo les sonreía, no querían creerlo, y la luz de mi rostro no dejaban perderse. A la palabra de Job le acompaña la sonrisa expresión de cordialidad y bendición. La sonrisa es expresión de la sabiduría y de la bondad del sabio.
4.      V25: Les indicaba el camino y me ponía al frente, me asentaba como un rey en medio de su tropa, y por doquier les guiaba a mi gusto. Con su actitud Job es el hombre que consuela al afligido.

El silencio no siempre es mutismo  signo de la incomunicabilidad, Job 29 nos ofrece una escena en el cual renunciar a la propia palabra es expresión de atención al otro, reconocimiento respetuoso de su persona  y condición necesaria para escuchar su palabra. Toda palabra tiene necesidad del silencio para ser escuchada.
Nosotros para este tiempo de cuaresma, hacer silencio es porque tenemos necesidad de escuchar a Dios.


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EL RUIDO DE LA PALABRA

Toda reflexión es producto de la sonoridad de la palabra