sábado, 21 de febrero de 2009

¿Por qué piensan así en sus corazones?

TEXTO
Mc 2,1-12

1 Entró de nuevo en Cafarnaúm; al poco tiempo había corrido la voz de que estaba en casa. 2 Se agolparon tantos que ni siquiera ante la puerta había ya sitio, y él les anunciaba la Palabra. 3 Y le vienen a traer a un paralítico llevado entre cuatro.
4 Al no poder presentárselo a causa de la multitud, abrieron el techo encima de donde él estaba y, a través de la abertura que hicieron, descolgaron la camilla donde yacía el paralítico.

5 Viendo Jesús la fe de ellos, dice al paralítico: "Hijo, tus pecados te son perdonados."

6 Estaban allí sentados algunos escribas que pensaban en sus corazones:

7 "¿Por qué éste habla así? Está blasfemando. ¿Quién puede perdonar pecados, sino Dios sólo?"

8 Pero, al instante, conociendo Jesús en su espíritu lo que ellos pensaban en su interior, les dice: "¿Por qué pensáis así en vuestros corazones? 9 ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: "Tus pecados te son perdonados", o decir: "Levántate, toma tu camilla y anda?" 10 Pues para que sepáis que el Hijo del hombre tiene en la tierra poder de perdonar pecados - dice al paralítico -: 11 "A ti te digo, levántate, toma tu camilla y vete a tu casa.""

12 Se levantó y, al instante, tomando la camilla, salió a la vista de todos, de modo que quedaban todos asombrados y glorificaban a Dios, diciendo: "Jamás vimos cosa parecida."




REFLEXION

1 Entró de nuevo en Cafarnaúm; al poco tiempo había corrido la voz de que estaba en casa. 2 Se agolparon tantos que ni siquiera ante la puerta había ya sitio, y él les anunciaba la Palabra. 3 Y le vienen a traer a un paralítico llevado entre cuatro.
4 Al no poder presentárselo a causa de la multitud, abrieron el techo encima de donde él estaba y, a través de la abertura que hicieron, descolgaron la camilla donde yacía el paralítico.


“…corrido la voz de que estaba en casa” ¿En casa de quien estaba Jesús? Se trata de la casa de Pedro, que fue la primera que visita después de haber salido de la sinagoga de Cafarnaúm (Cf Mc 1,29), pero que fue dejada para que no se tergiversara su mensaje y fuera asumido como un simple milagrero.

La gente que va a la casa, tiene la esperanza de que Jesús los cure de sus enfermedades, cosa que ya no sucedía en la sinagoga. En la casa de Pedro, Jesús expone la palabra y ayuda manifestar la fe de la gente, en ese contexto es que le traen un enfermo que es llevado por cuatro. El paralítico depende de sus portadores. El paralítico es un personaje anónimo y sin voz, el representa a los hombre que no pueden moverse por sí mismo, su situación le incapacita para el movimiento, prácticamente esta como muerto en vida. Los portadores tampoco tienen nombre, y por el hecho de ser cuatro, puede que representen el mundo y la humanidad entera, así como el paralítico representa la incapacidad del hombre.

Los portadores vencen las barreras y logran colocar delante de Jesús al enfermo, y es la fe ellos la que va mirar Jesús; es una fe tenaz, infatigable y muy llena de esperanza, esta actitud de esperanza es la que hace del gesto, una súplica indirecta o una oración silente, que hace ver a Jesús la necesidad que ellos expresan, tanto así que el paralítico no hace ninguna suplica, es una figura pasiva

Otro aspecto de los portadores, es que son temerarios al destechar la casa de Pedro, prácticamente la están arruinando. De esta manera, el evangelista quiere dar entender que el techo no puede ocultar a Jesús, ni mucho impedir el encuentro con Jesús con los excluidos. La camilla es el objeto que de alguna manera inmovilidad al paralítico, esta camilla forma parte de la historia y de la vida de aquel hombre, por eso no la puede dejar por si mismo.


5 Viendo Jesús la fe de ellos, dice al paralítico: "Hijo, tus pecados te son perdonados."

La fe de ellos representa reconocer la verdad de la cercanía del Reino de Dios, y esa fe es también el deseo de proximidad a él. Este es anhelo indica cambios de vida que es exigencia para el reinado de Dios.

La primera palabra que Jesús le dirige al enfermo es de afecto, lo llama HIJO, y así el derecho único de ser Hijos de Dios, no es solamente de los Israelita es para todos los hombres de los pueblos de la tierra. El perdón se da con una sencilla palabra, no son necesarios los sacrificios rituales y largos días de ayudo. El perdón que se otorga no tiene condición de ningún tipo.

6 Estaban allí sentados algunos escribas que pensaban en sus corazones:
7 "¿Por qué éste habla así? Está blasfemando. ¿Quién puede perdonar pecados, sino Dios sólo?"


La reacción es interna, desde lo más profundo de la persona. La reacción negativa, totalmente opuesta a la fe de los cargadores. Esta presencia de letrados en la casa de Pedro, significan el dominio que ejerce la doctrina religiosa en el pueblo de Israel. Las palabras y el gesto de Jesús, chocan diametralmente con los principios teológicos admitidos. De inmediato se da una condena silente y despectiva, ya que lo tratan de “éste”. El juicio silente no pide explicaciones solamente condenan, porque la ortodoxia oficial sostiene que solo Dios puede perdonar pecados, pero ¿Quién tenía absoluta certeza de estar bien con Dios? ¿Qué garantía se tenía del perdón total de los pecados? Las palabras de Jesús suenan a blasfemia para los escribas, porque era usurpar el privilegio y lugar de Dios en el perdón de los pecados.



8 Pero, al instante, conociendo Jesús en su espíritu lo que ellos pensaban en su interior, les dice: "¿Por qué pensáis así en vuestros corazones? 9 ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: "Tus pecados te son perdonados", o decir: "Levántate, toma tu camilla y anda?" 10 Pues para que sepáis que el Hijo del hombre tiene en la tierra poder de perdonar pecados - dice al paralítico -: 11 "A ti te digo, levántate, toma tu camilla y vete a tu casa."

Jesús intuye el rechazo oculto de los oyentes y de manera inmediata lo afronta, poniendo al descubierto esta actitud negativa. El seguimiento discipular no puede estar sujeto a tradiciones institucionales. La situación Jesús no la enfrenta en un debate de conocimientos, más bien los desafía a ver que su autoridad tiene mayor alcance que su propia tradición, ya que el paralitico representa a la comunidad de los gentiles y la autoridad de Jesús trasciende las fronteras.

Jesús le propone al paralítico "A ti te digo, levántate, toma tu camilla y vete a tu casa." Las palabras de Jesús le ofrecen salud total, pasar de la muerte a la vida. Sus palabras están cargadas de una confianza de que “Dios está con él y él en Dios”

El titulo Hijo del hombre que aparece en este evangelista, significa que él es el Hijo de Dios y por eso Jesús es cima de la condición humana, es el prototipo del Hombre pleno. Y la frase de poder de perdonar pecados significa que la autoridad de Jesús no está limitada a favor solo de Israel, sino que se extiende a todos los pueblos

12 Se levantó y, al instante, tomando la camilla, salió a la vista de todos, de modo que quedaban todos asombrados y glorificaban a Dios, diciendo: "Jamás vimos cosa parecida."

La orden de Jesús ("A ti te digo, levántate, toma tu camilla y vete a tu casa.") se cumple a la letra, ya no es su camilla a la estaba sometido, ahora es el enfermo que lleva la camilla, porque este objeto que era figura de su postración, ahora es parte de su pasado, un pasado que no lo tiene inmovilizado, este hombre puede disponer de su vida. Por otro lado, la teología oficialista que sostenía que Jesús era un blasfemo, ha quedado desmentida, las palabras de Jesús demuestran que Dios se comunica al hombre, y Dios está dispuesto a recuperar su imagen grabada en el hombre. El Dios que Jesús ha dado a conocer en esta acción, es la de un Dios-Amor que comunica la vida y la libertad, y que su vez manifiesta su amor incondicional al hombre a través de su Hijo Jesús.

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EL RUIDO DE LA PALABRA

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