jueves, 12 de noviembre de 2009

EL CIELO Y LA TIERRA PASARÁN, PERO MIS PALABRAS NO PASARÁN

Mc 13,24-32
24 "Mas por esos días, después de aquella tribulación, el sol se oscurecerá, la luna no dará su resplandor, 25 las estrellas irán cayendo del cielo, y las fuerzas que están en los cielos serán sacudidas. 26 Y entonces verán al Hijo del hombre que viene entre nubes con gran poder y gloria; 27 entonces enviará a los ángeles y reunirá de los cuatro vientos a sus elegidos, desde el extremo de la tierra hasta el extremo del cielo.

28 "De la higuera aprended esta parábola: cuando ya sus ramas están tiernas y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca. 29 Así también vosotros, cuando veáis que sucede esto, sabed que El está cerca, a las puertas. 30 Yo os aseguro que no pasará esta generación hasta que todo esto suceda.

31 El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. 32 Mas de aquel día y hora, nadie sabe nada, ni los ángeles en el cielo, ni el Hijo, sino sólo el Padre.


REFLEXION

24 "Mas por esos días, después de aquella tribulación, el sol se oscurecerá, la luna no dará su resplandor, 25 las estrellas irán cayendo del cielo, y las fuerzas que están en los cielos serán sacudidas. 26 Y entonces verán al Hijo del hombre que viene entre nubes con gran poder y gloria; 27 entonces enviará a los ángeles y reunirá de los cuatro vientos a sus elegidos, desde el extremo de la tierra hasta el extremo del cielo.

Jesús les habla en el lenguaje de Is 13,10; 34,4; Ez. 32,7, es un lenguaje de cataclismos cósmicos indicando así una transformación que será profunda y que conllevara a la presencia del Reino de Dios. Los “fenómenos cósmicos” no llevan a la destrucción sino a la transformación, liberación, un nuevo mundo.

Si los fenómenos naturales que se describen (el sol se oscurecerá, la luna no dará su resplandor, las estrellas irán cayendo del cielo, y las fuerzas que están en los cielos serán sacudidas), se leen desde el antiguo testamento serian el preludio del dolor y la desgracia, pero desde el evangelista Marco es una escatología de la esperanza.

Un segundo significado del sol, la luna y las estrella. Para los pueblos politeístas, el sol y la luna encarnan a sus dioses y son el fundamento de la divinidad. En cuantos a las estrellas se designa a los poderes opresores, por ejemplo leemos:

¡Cómo has caído de los cielos, Lucero, hijo de la Aurora! ¡Has sido abatido a tierra, dominador de naciones! Tú que habías dicho en tu corazón: «Al cielo voy a subir, por encima de las estrellas de Dios alzaré mi trono, y me sentaré en el Monte de la Reunión, en el extremo norte. Subiré a las alturas del nublado, me asemejaré al Altísimo. (Is. 14,12-14).

Aquel día castigará Yahveh al ejército de lo alto en lo alto y a los reyes de la tierra en la tierra (Is 24,21).


En rigor, Jesús preludia que las entidades celestiales que han ocupado el lugar de Dios y aquellos que las han representado en la tierra perderán crédito y su caída será segura. Cada caída de los opresores será un triunfo del Hijo del Hombre que será percibido por los mismo opresores y celebrado por los oprimidos.

Utilizando el mismo lenguaje de la literatura apocalíptica del Antiguo Testamento alude de manera más clara al libro de Daniel 7, 13. El evangelista sigue con la mirada en la profecía de Daniel que ve cumplida en Jesús.

Una de las características de la apocalíptica judía es reunir a las tribus dispersas de Israel, pero en el versículo 27 acontecerá este reencuentro a través de Jesús.

La dignidad del Hijo del Hombre es totalmente distinta a la de cualquier hombre. Es un hombre en plenitud divina, que se ve explicitada en la figura de las nubes que rodea su figura.

¿Quiénes son los elegidos? Son los seguidores que han llegado a la meta. Son los que realizan las obras del Padre y recogen los frutos de la viña. Son hombres y mujeres que constituyen una comunidad muy distinta a las tribus de Israel.

28 "De la higuera aprended esta parábola: cuando ya sus ramas están tiernas y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca.

La higuera advierte al que la ve, que el verano está cerca, que la cosecha esta llegando. En sentido figurado la llegado del Reinado de Dios.
El verano no es perdida es la ganancia de la cosecha (cf. Sal 126/125, 5). Marco indica que la fecundidad sigue existiendo no solo en Israel, que otros pueblos son también los elegidos y darán fruto.

29 Así también vosotros, cuando veáis que sucede esto, sabed que El está cerca, a las puertas. 30 Yo os aseguro que no pasará esta generación hasta que todo esto suceda. 31 El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. 32 Mas de aquel día y hora, nadie sabe nada, ni los ángeles en el cielo, ni el Hijo, sino sólo el Padre.

Jesús les advierte a sus discípulos que ellos deben aprender y que los signos que se han descrito anuncian no el reino de Dios sino el Reinado de Dios.

Los signos dichos no revelan el momento porque “aquel día” como acontecimiento gozoso y definitivo está en manos del padre. Solo al Padre le compete actuar con su amor, y mientras llega esa hora otorga su Espíritu. Con aquel día y aquella hora será reivindicado el hombre y la mujer, es decir volveremos a casa.

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EL RUIDO DE LA PALABRA

Toda reflexión es producto de la sonoridad de la palabra