domingo, 17 de abril de 2016

SOSTENER Y CUIDAR - PASTOREA MIS OVEJAS


La realidad más inmediata del pastoreo es sostener y cuidar. Estos dos verbos cambian fortalecen y complementan la imagen del pescador de hombre, porque se pasa hacer el apacentador de las ovejas, no por ello se pierde el origen de la llamada como pescador de hombre al contrario la concretiza.

Jesús al asignar a Pedro como pastor y al insistir por tres veces “apacienta mis ovejas” le indica de manera directa no está capacitado de apropiarse de los corderos y las ovejas (lo pequeño y lo pobre). El pastor por excelencia es Cristo ya él es la puerta del rebaño.

Jesús conocía mejor a Pedro que él así mismo, solo en la tercera vez cuando Jesús le preguntas ¿Pedro me quieres? se le afirma realidad del pastoreo solo cuando se tiene la seguridad de que el pescador ama al maestro a quien negó tres veces. Vamos a estar claro lo que no ama se destruye, se abandona, se descuida y finalmente acontece la muerte (el lobo que hace estrago en el redil)

Quien haya de cuidar las ovejas debe mostrar que ama Jesús incluso hasta dar la vida. El rebaño nunca será propiedad del pastor y por ende  nadie ocupa el puesto de Jesús.

 Si el servicio de la autoridad se vuelve posesiva y dominante es clara expresión que no se ama lo que debería servirse. La  praxis del pastor es conocer, cuidar para que acontezca la vida como regalo y bendición que proviene  del dueño de las ovejas que las conoce por su nombre

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EL RUIDO DE LA PALABRA

Toda reflexión es producto de la sonoridad de la palabra