SEGUNDO DOMINGO DE ADVIENTO 2017
El relato de Mc. 1,1-8 es llamado como buena noticia (evangelio), donde va indicando la identidad y
origen verdadero de Jesús que es el fundamento de la buena noticia que marcos
da a conocer. La buena noticia solo se entiende desde la práctica histórica de
Jesús porque el evangelio no es una teoría, el evangelio no es algo pasado que
sucedió sino que también acontece hoy y nos involucra en la causa de Jesús,
solo así puede ser buena noticia.
Juan Bautista aparece como
el mensajero que viene del mesías. Viste igual que Elías, pero no es el profeta
Elías. Juan Bautista es un hombre pobre que renuncia a los privilegios humanos
y de cualquier status. No habla de sí mismo sino de quien debe hablar, de aquel
que viene detrás de él.
Juan Bautista nos recuerda
que a Dios solo se le puede acoger es preparando los caminos de Jesús, porque
Jesús es el camino de Dios: “Nadie va al Padre sino es por mi… yo soy el camino
la verdad y la vida”
En la frase de allanar los
caminos o senderos, consiste en que las relaciones humanes deben de pasar de la
desigualdad a la igualdad de la justicia y el derecho, eso sería nivelar los
senderos. No se puede vivir la fe sin preparar el camino de este mundo para el
señor.
El arrepentimiento que se
ofrece no es el templo sino en el desierto, no por sacerdotes sino por el
Mesías, no es atreves de los sacrificios rituales sino mediante el bautismo. El
arrepentimiento es signo de esperanza: ¿Se puede ser persona de esperanza donde lo
más normal y razonable es la desesperanza y la resignación?
No hay comentarios:
Publicar un comentario