sábado, 24 de diciembre de 2016

TRAIGO UNA BUENA NOTICIA.

Cuando el evangelista Lucas 2,1-14 nos presenta el nacimiento de Jesús nos ofrece el misterio de la Buena Noticia. Toda buena noticia es agradable, produce, paz, tranquiliza el presente y llena de esperanza el mañana. En las palabra del ángel están cargadas de todo lo anteriormente dicho, pero además acontecen dentro de la cotidianeidad de una pareja de esposos un hombre preocupado por el parto y una mujer con dolor de dar a luz, una nación dominada y subyugada por otra en la que debían someterse al empadronamiento para poder así calcular el impuesto per cápita; y esta ley obliga a esta pareja de esposos, ellos no están exentos del mandato del empadronamiento, y para completar el cuadro pastores de ovejas que esperan al amanecer su paga. Todo esto es normal.

La condición del nacimiento de Jesús es precaria – en la actualidad nuestros pesebres son un lujo frente a la ipsima verdad de sus nacimiento y hoy miles de niños nacen en ipsima extrema pobreza de vida. Es un nacimiento a la intemperie al igual que los pastores ejercen su trabajo en la noche para poder vivir. Desde la pobreza, Jesús abre camino para enriquecernos con la vida.  

Las palabras que más peso tienen en el texto son PAZ y GLORIA, y son ofrecidas a unos marginados sociales. La buena noticia no es un sueño, no es pesadilla, ni mucho menos deseos frustrados. Es buena noticia porque tiene su origen en Dios y el hombre es el destinatario. Las señales que ofrece esta buena noticia, es una señal frágil basada también  en lo cotidiano y en lo normal de la vida: un niño envuelto en pañales.

Dios no se pone al alcance de los curiosos y lo extraordinario, por eso el nacimiento de Jesús dependerá de los ojos con que se vea, no todos tendrán la capacidad de contemplar a este niño que ha nacido. La señal se nos sigue ofreciendo no solo en niños envueltos en pañales sino en niños famélicos, sin hogar, niños explotados, niños de la basura, niños de la calle hoy son mal llamados niños de la patria. Y ya tenemos los ojos cansados de ver esta realidad y no nos sentimos llamados ni tocados, se busca alejar esta realidad. Nos consuela que la opción por los pobres de aquellos hermanos (as) que si lo han demostrado; paz y gloria dio el Padre de las Casas, Monseñor Oscar Romero, Monseñor Angeli, Santa Teresa de Calcuta... y las pléyades de mártires del mundo,  y los que aún siguen dando ese ejemplo. Paz y Gloria a todos ellos y ellas que se acercaron al Belén de la vida y captaron el signo de la cotidianidad de Dios. No es difícil encontrar el niño Jesús, lo duro mantener el encuentro y hacerlo punto de apoyo en la vida entera, porque con la Pascua de Resurrección no está ya en el Belén sino en el mundo entero.

A la luz de lo dicho ¿Qué es navidad?

Navidad es ponerse en movimiento y seguir buscando por la señal que es la misma: Encontraran un niño en pañales. La señal de Dios está en la penumbra  de lo pequeño de lo que no tiene brillo, de lo que se esconde a la mirada.

Navidad es tener corazón estremecido porque solo la ternura humana y la esperanza nos indican quien es este niño actualmente.

Navidad es poner los pies en tierra y dejar el acomodo para salir al encuentro de lo que se ha perdido, en una palabra es hacernos pastores.

Navidad es pedir a Dios que fortalezca la fe para sobreponernos a los momentos duros de la vida y tener mirada valiente en aceptar lo que se rechaza. En rigor navidad es una encrucijada y un momento de decisión.

Feliz Navidad para los rincones del mundo donde acampa de manera silenciosa la palabra echa carne que busca ser recibida. AMEN



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EL RUIDO DE LA PALABRA

Toda reflexión es producto de la sonoridad de la palabra