Evangelio según san Juan 20,1-9
Los
signos de la resurrección están presentes y allí deben los discípulos amados
aprender a “creer sin ver”.
Se
afirma “el primer día de la semana”, en la clave del Génesis es entender que el
primer día es el nacimiento de la luz”. Jesús-Cristo
es la nueva luz que inaugura el primer día de la vida llena de luz, el que ha
vencido el caos y las tinieblas.
Se
nos presenta una mujer sola que va al sepulcro. María no va a “los discípulos” sino sólo a
Pedro y al discípulo amado y ellos “salen” (v.3) hacia el sepulcro, “corren”
(v.4), Van, llegan y vuelven. Se dice
que corren ambos, pero hay una diferencia entre ellos. El discípulo amado corre
más rápido, ve el interior de la tumba, no entra. Espera a Pedro. Y cuando este
llega, el discípulo amado es que entra y “vio y creyó” y vuelven a casa. Los
primeros en acercarse al misterio de la Pascua son una Mujer, Pedro y el
discípulo amado.
El
discípulo amado, siempre aparece como más cercano a Jesús que Pedro (de echo es
“el amado” por Jesús), en la cena es el que está junto a Jesús, no Pedro
(13,23-25), es el que en la pesca le dice a Pedro que el que está en la orilla
“es el Señor” (21,7), y cuando Pedro ha confesado 3 veces a Jesús que lo ama,
del discípulo se dice que “permanece con Jesús hasta su vuelta” (21,22).
A la
luz del texto evangélico nos preguntamos: Que es resucitar y que es la pascua.
Al
experimentar el crucificado resucitado significo: 1) corregir las ideas
triunfalistas sobre el reino de Dios. De una visión política y de poder pasan
al amor y al servicio. 2) Asumen el proyecto de Jesús. Es hacer un mundo de
hermanos, 3) Comprenden que Jesús esta vivo en la historia y en la comunidad,
4) El fracaso de la muerte en cruz, se convierte con la resurrección en triunfo
del mensaje y obra de Jesús respaldada por Dios, 5) Experimentan en si mismo a Dios Padre que no
quiere el mal de las personas sino su salvación y perdón, 6) el resucitado los
lleva a vivir en comunidad 7) Reconocer en Jesús al Hijo de Dios y entran asi
en el misterio de ser hijos en el hijo
La
Pascua es la fiesta central de judíos y cristianos. Para los judíos, celebra -y
celebrar es actualizar- el paso de la esclavitud en Egipto a la tierra
prometida, el paso a través del Mar Rojo, y el paso de masa anónima a pueblo
organizado.
Para
los cristianos, la pascua es también paso. Tiene como figura central a Jesús de
Nazaret. Celebra el paso de su muerte a la vida, de su pasión a la
resurrección, del viejo Adán al nuevo Adán, de este mundo cansado al mundo
nuevo en Dios.
Toda
la vida humana posee una estructura pascual. Toda ella está hecha pasos y procesos de acrisolamiento y madurez.
Un paso de la infancia a la juventud, de la juventud a la dad adulta, de la
edad adulta a la vejez (hoy se preferimos decir tercera edad), de la vejez a la
muerte, de la muerte a la resurrección y de la resurrección a la zambullida
inefable en el reino de la Trinidad.
Amigos
lectores que leen estas humildes letras de mis pensamientos, tengan una FELIZ
PASCUA DE RESURRECCION. CRISTO HA RESUCITADO ALELUYA, ALELUYA
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