sábado, 22 de mayo de 2010

RECIBAN AL ESPIRITU SANTO

Jn. 20,19-23.
19 Al atardecer de aquel día, el primero de la semana, estando cerradas, por miedo a los judíos, las puertas del lugar donde se encontraban los discípulos, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: "La paz con vosotros." 20 Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Los discípulos se alegraron de ver al Señor.

21 Jesús les dijo otra vez: "La paz con vosotros. Como el Padre me envió, también yo os envío." 22 Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: "Recibid el Espíritu Santo.

23 A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos."


REFLEXION
19 Al atardecer de aquel día, el primero de la semana, estando cerradas, por miedo a los judíos, las puertas del lugar donde se encontraban los discípulos, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: "La paz con vosotros." 20 Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Los discípulos se alegraron de ver al Señor.

El atardecer establece que ya está terminando una situación y está a punto de comenzar otra. El evangelista es muy detallista al indicar que los discípulos tenían miedo, por eso que el miedo es expresado en tener las puertas cerradas. El miedo es la negación de salir al encuentro de Dios, es algo parecido lo que le sucedió Adán, que se esconde al escuchar los pasos de Dios (Gn 3,8-10: 8 Oyeron luego el ruido de los pasos de Yahveh Dios que se paseaba por el jardín a la hora de la brisa, y el hombre y su mujer se ocultaron de la vista de Yahveh Dios por entre los árboles del jardín. 9 Yahveh Dios llamó al hombre y le dijo: "¿Dónde estás?" 10 Este contestó: "Te oí andar por el jardín y tuve miedo, porque estoy desnudo; por eso me escondí.")

El miedo es inseguridad en la comunidad discipular, que dicho sea de paso, el termino discípulo indica una totalidad, no se menciona nombre propios de discípulos, ni se establece límite alguno para esta palabra.

La presencia de Jesús, les otorga el primer fruto de la resurrección que es la paz. El miedo que es perdida de la paz; en un simple y habitual saludo recuperan la paz y superan el miedo.

Podemos afirmar, que el texto es todo un conjunto de sentimiento: miedo, paz, alegría.

Al mostrar Jesús las cicatrices de la pasión (mano y costado), les demuestra que ninguna autoridad sobre la tierra, puede quitarles la vida que él les comunica con la paz y la alegría que ahora sienten. Este encuentro de Jesús ya había sido anunciado por el mismo (Cf Jn 16,21), el maestro debía cumplir su palabra, y lo hizo.

21 Jesús les dijo otra vez: "La paz con vosotros. Como el Padre me envió, también yo os envío." 22 Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: "Recibid el Espíritu Santo.

La resurrección capacita a Jesús para otorgar el don de la vida a todo hombre y toda mujer. La vida que se trasmite será a través del Espíritu Santo.
La paz nuevamente otorgada por segunda vez, introduce a los discípulos en la misión por la cual habían sido elegidos.

La paz tiene un segundo significado: confianza y seguridad para la misión. Para esta misión el discípulo debe ofrecer sus manos y el costado lugar donde radica el corazón, es decir debe amar a la misión y sus dificultades para que salgan victorioso.

El soplar sobre ellos es para infundir su propio aliento de vida, que genera una nueva condición humana que exige amor y lealtad.
El soplo del resucitado, hace ver a Jesús el nuevo santuario viviente. El soplo del resucitado es expresión del amor de Dios. El soplo del resucitado hace superar la condición débil de la carne.

23 A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos."

El pecado es el dique o aniquilación de la vida que impide la realización del proyecto creador de Dios en el hombre. El pecado no da alegría, genera el miedo y cierra las puertas del ser humano a los valores del Reino de Dios.
El perdón, debe ir acompañado por los frutos de la paz y del soplo del Espíritu de Dios, y este debe acontecer en la comunidad que se reúne, no por miedo, sido para fortalecer la misión.

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EL RUIDO DE LA PALABRA

Toda reflexión es producto de la sonoridad de la palabra